domingo, 27 de noviembre de 2011

San Francisco de Sales







La Formación Conjunta del sábado tenía como título: "Don Bosco y San Francisco de Sales".


De todo lo expuesto me quedo con una reflexión: Don Bosco moldeó su carácter gracias a la espiritualidad de Francisco de Sales. Aunque ya conocía esta idea, sigue resonando en mí porque me gustaría "moldear" mi carácter como Don Bosco y muchos días lo veo imposible...

Hace unos años, en nuestra parroquia, San Francisco de Sales, se recordó la figura de este santo. Julio Díez, nuestro párroco, nos ofreció en la Hoja Dominical unas cuantas máximas de este gran maestro de espiritualidad, profundamente humano, y en su humanidad profundamente unido a Dios. Os dejo algunas de ellas y espero que os sirvan.



"Tened paciencia con vosotros mismos para soportar vuestras inperfecciones.

Yo amo especialemnte estas tres pequeñas virtudes: la dulzura de corazón, la pobreza de espíritu, la sencillez de vida.

Lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; sírvanos esto de aviso para hacer las cosas con tranquilidad y calma.
Con nosotros mismos todo lo excusamos, pero con el prójimo nada; queremos vender caro  y comprar barato.

Como las abejas que sacan la miel  de todas las clases de flores, hemos de esforzarnos en imitar al prójimo en todo lo que notemos de bueno en su conducta.

No solo hay que cumplir la voluntad de Dios: para ser devoto hay que cumplirla alegremente.

Si cuando rezáis os cansáis de rodillas, sentaos; si no podéis concentrar la atención media hora, rezad aunque sea solo siete minutos.

Dejar la oración por atender al prójimo es un acto de caridad, es dejar a Dios por Dios.

Todo lo que se hace por amor es amor. El trabajo es amor, la muerte misma es amor cuando por amor la recibimos.

Se cazan más moscas con una gota de miel que con un barril de vinagre"


¿Con cuál te quedas?
 
Un saludo a tod@s.


3 comentarios:

  1. A mi me gusta la que dice

    "Tened paciencia con vosotros mismos para soportar vuestras imperfecciones"

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  2. A mi me gusta:

    Dejar la oración por atender al prójimo es un acto de caridad, es dejar a Dios por Dios.

    Dios está con nosotros en todo momento.

    Gracias Ana, me siento querido por Dios, gracias a ti.

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  3. Yo también me quedo con la que ha señalado Félix: "Dejar la oración por atender al prójimo es un acto de caridad, es dejar a Dios por Dios."

    Ésta da que pensar...

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