domingo, 31 de mayo de 2015

ORACIÓN-REUNIÓN GRUPO 1 DE ASPIRANTES

Ante la llegada del final de curso y la solicitud de realización de varios de los integrantes del grupo de Aspirantes 'Sociedad de la Alegría';  algunos miembros del Consejo Local, se reúnen con el grupo para conocer las necesidades y/o inquietudes que tienen.

Para comenzar la reunión se realiza la siguiente ORACIÓN:



1.) Leemos texto;
El día de Pentecostés, es el día del nacimiento de la Iglesia. Todo lo anterior fue preparación y trabajo previo. En la mañana de Pentecostés puso Dios el sello a la obra de su Hijo. La Iglesia fue consecuencia de la efusión y derramamiento del Espíritu. Ahora se cumplen las promesas hechas por Cristo, ahora se cumple su misión; antes no había ni bautismo ni perdón de los pecados, no había predicación del Evangelio ni administración de sacramentos. Ahora entran en vigencia los poderes y deberes concedidos e impuestos por Cristo a sus apóstoles. Aquella mañana apareció por vez primera como comunidad la reunión de los cristianos; esa comunidad está conformada y configurada por el Espíritu Santo, da testimonio a favor de Cristo, perdona los pecados y concede la gracia. Aunque ya existía se parecía al primer hombre hecho de barro antes de serle alentada la vida; era un cuerpo muerto que esperaba la chispa de la vida.
«¿Cuándo empezó la Iglesia a vivir y a actuar? El día de Pentecostés. Ya antes existían sus elementos esenciales y estaban reunidos, organizados y dotados de los poderes necesarios; la doctrina había sido predicada, los apóstoles elegidos, los sacramentos instituidos y organizada la jerarquía, pero la Iglesia no vivía ni se movía. Las fuerzas divinas dormitaban, nadie predicaba ni bautizaba ni perdonaba los pecados y nadie ofrecía el santo sacrificio; impacientes esperaban ante las puertas, pero nadie abría; la Iglesia estaba en un estado parecido al sueño, como Adán antes de que le fuera alentada la vida... Así estaba la Iglesia hasta la hora nona del día de Pentecostés, en que el Espíritu Santo descendió sobre ella en el ruido del viento y en las lenguas llameantes. Este fue el momento de empezar a vivir; todo empezó a moverse y a actuar» (Meschler, Die Gabe des hl. Pfingstfestes, 103)
2.) Repartimos frases:

Los siete dones del Espíritu Santo pertenecen en plenitud a Cristo, Hijo de David. Completan y llevan a su perfección las virtudes de quienes los reciben. Hacen a los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas.

Don de sabiduría
Nos hace comprender la maravilla insondable de Dios y nos impulsa a buscarle sobre todas las cosas, en medio de nuestro trabajo y de nuestras obligaciones.
Don de inteligencia
Nos descubre con mayor claridad las riquezas de la fe.
Don de consejo
Nos señala los caminos de la santidad, el querer de Dios en nuestra vida diaria, nos anima a seguir la solución que más concuerda con la gloria de Dios y el bien de los demás.

Don de fortaleza
Nos alienta continuamente y nos ayuda a superar las dificultades que sin duda encontramos en nuestro caminar hacia Dios.
Don de ciencia
Nos lleva a juzgar con rectitud las cosas creadas y a mantener nuestro corazón en Dios y en lo creado en la medida en que nos lleve a Él.
Don de piedad
Nos mueve a tratar a Dios con la confianza con la que un hijo trata a su Padre.
Don de temor de Dios
Nos induce a huir de las ocasiones de pecar, a no ceder a la tentación, a evitar todo mal que pueda contristar al Espíritu Santo, a temer radicalmente separarnos de Aquel a quien amamos y constituye nuestra razón de ser y de vivir.

3.) Visualizamos video:

4.) Explicación:

El Espíritu Santo nos dice que no nos quedemos estancados, que avancemos, que gritemos al mundo que somos Cristianos, que debemos actuar y que el espíritu santo invade todo nuestro mundo.
Con él se puede llegar a todo desde lo más minúsculo a lo más grande.
Nos indica unas pautas, que son los dones del Espíritu.
Me gustaría que cada uno de nosotros leyese la frase que le ha tocado y dejase un momento para la reflexión.
Y reflexionemos sobre nuestro momento vital y espiritual y en qué nos inspira.

Después cogemos una paloma, que representa el Espíritu Santo y escribimos en ella el don que creemos nos hace falta y el peso que nos lastra para volar, y para el cual necesitamos que el Espíritu Santo nos impulse y nos ayude a volar.

Posteriormente el que así lo desee puede ponerlo en común.


4.) Oración: “Espíritu Santo”


Oh Espíritu Santo, Amor del Padre y del Hijo,

Inspírame siempre lo que debo pensar,
lo que debo decir, cómo debe decirlo,
lo que debo callar, cómo debo actuar,
lo que debo hacer, para gloria de Dios,
bien de las almas y mi propia Santificación.


Espíritu Santo, dame agudeza para entender,
capacidad para retener, método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar.


Dame acierto al empezar, dirección al progresar,
y perfección al acabar.


Amén.

Juan Pablo II



Tras la Oración, se abre un momento de reunión en el que personalmente cada uno reflexiona y expone lo que desea compartir.





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